Como perder a un chico

Como perder a un chico…

No sé si habréis visto esa película, yo sí y me encantó, te da unos claros ejemplos de lo que NO se debe hacer en una relación y si queréis que os diga la verdad creo que tiene demasiado realismo. En la película indican que para romper una relación hay que decir palabras infantiles, entremeterse entre él y sus amigos y meterse con su ejem…bueno, miembro pero creo que lo que más miedo da aun hombre es la palabra RELACIÓN en sí. Si alguno escuchase esa palabra huiría, se agobiaría y se escondería en una pequeña cueva alejada del mundo civilizado por que creen que esa palabra les condena a una vida sin vida social, sin diversión y esclavizados hasta la eternidad….
Esto no lo digo por decir si no con pruebas y argumentos en los que me han hecho escribir este apartado en mi blog.

Como sabéis hace algo menos de 5 meses conocí a un chico. Él me advirtió que no estaba preparado para nada serio y yo acepté pero durante el transcurso de ese tiempo las cosas no iban, es decir, ni avanzaba y creo que si mientras dábamos un paso retrocedíamos tres. ¿Miedo? Puede ser pero no sé.
Cuando pasó dos meses hablé con él, me pareció algo correcto, quería ir definiendo hacia donde me llevaba aquella relación de cangrejo. Su respuesta no me aclaró mucho pero me prometió que lo intentaría y lo peor de todo es que le creí.
Los meses pasaron y su actitud volvía a ser la misma, no me demostraba nada.
Me quejo de una cosa, falta de atención. A toda chica le gusta que la mimen, sentir que es alguien en la vida de la otra persona y no un simple y mero objeto de decoración que utiliza cuando le viene bien. (esto es una cosa que nunca tendría ni que mencionar, ya que nosotras debemos saber valorarnos)
Y llegó la segunda conversación, todo quedó más o menos claro y a él por supuesto se le empezaron a crear dudas, vagas ideas de confusión entre sus sentimientos hacia su ex y el miedo por algo nuevo.
¿¿Por qué sois tan difíciles??
Y finalmente llegó la gota que colma cualquier vaso, rumores.
Los rumores que siempre llegan por H o por B, por personas que o bien dicen la verdad o bien parece que dicen la verdad para hacer daño. Comentarios que me hicieron pensar en que toda su actitud vaga e incoherente pudiera ser que él estuviese esperando algo más de su ex que un simple “seamos amigos”.
Y hubo una última conversación….

Siendo sincera y pensando en todo esto fríamente, desde el principio no veía la relación por muy buen camino, dos extraños que se ven en el trabajo y que salían un par de veces a la semana.
¡¡Vaya idea de romanticismo!!
A las chicas se les conquistan y no solo con un mensaje de “vamos a quedar”, aunque verdaderamente tenía la esperanza de que esto cambiara, por una vez creía que algo se normalizaría en mi vida y que al menos podría contar con alguien.
Durante una semana entera estuve hablando con mucha gente, escuchando opiniones que me hicieran ver la situación clara y encontrar la lógica en el por qué lo habíamos dejado si él estaba bien conmigo y yo con él. Supuestamente las cosas son así de simple. Chico gusta chica y chica gusta chico pues acaban juntos.¿No?
Pues no, las cosas no son así de simple.
Puedo decir que en todas las opiniones tenía versiones diferentes pero algo en común. Miedo, agobio, esperanza… Tres palabras tan cortas y a la vez enormes en su significado.
¿Miedo? A comenzar de nuevo.
¿Agobio? A lo desconocido.
¿Esperanza? A regresar con su ex. Esta es la palabra que más fuerte llegaba a mis oídos, ya que todo recobraba sentido.
Me fastidia reconocerlo pero no es normal que si dejas una relación con una ex la sigas llamando para quedar, eso solo significa una cosa que esperas algo de esas citas y lo peor de todo es que yo comparándolo con lo que me ofrecía no tenía ni tengo nada por el estilo.
De todos modos y finalizando mi historia comenzaba a acostumbrarme a esa risa grave, a esa manera de darme el besito en la cabeza de forma protectora o de abrazarme y sentirme que nada podría pasarme.
Han sido, no puedo decir los casi 5 meses más bonitos de mi vida por que realmente no ha sido tanto tiempo, ya que solo nos veíamos dos o un día a la semana sin embargo las horas que he pasado a su lado han sido las más tiernas que he tenido.