Hoy me he levantado un poco más cansada de lo normal pero no le he dado ninguna importancia. Como cada mañana me he intentado alegrar el día con ideas banales y sobre todo pensando en lo que tengo que hacer durante el día.
Ha llegado mi hermana y hemos estado hablando. No me entretenido, pues si lo hacía seguramente no encontraría aparcamiento en mi trabajo. Nada más llegar he encontrado una plaza. Como no quiere la cosa me he ido animando.
Durante las cinco horas me he sentido alegre, me he reido como de costumbre. Me he sentido protagonista de mi propia película.
A las tres de la tarde una llamada.-¿Cuándo vas a venir?-.
-No lo sé, a las 3... cuando termine de trabajar-.
-Es que me siento mal... No tengo muchas fuerzas y me parece que te va a tocar fregar platos-.
Vaya respuesta más insípida.- Bueno pues intentaré salir pronto. Deja los platos que ya los haré-. Respondo.
Cuando llego a casa. La mesa está como siempre. Falta un vaso, la bebida, los platos de comer...
Me preparo mi mesa viendo como mi hermana se encuentra acostada tapada por una manta "¡Qué calor!" y mi sobrina en el suelo lloriqueando por que su mama le ha quitado su manta.
-Está bien... toma otra manta-.
Voy a mi habitación y me cambio de ropa. "Cálmate" me repito escuchandola de nuevo lloriquear.
Mi hermana se ha ido a su antigua habitación y la niña llora en el salón por que su manta la quiere hacer más grande. Al fin consigo complacerla y por fin... Almuerzo.
Durante casi toda la tarde mi hermana permaneció tumbada en su cama. No la recrimino por ello, si está mala..se está mala.
A las seis y algo llega mi padre y la ve con mala cara. Le pregunta que le ocurre y sin saber el por qué se pone a llorar.
"Estupendo... ahora la madre. Cuando yo estoy mala no me pongo a llorar por los rincones. Joder. Q es mayorcita... " me da mucho coraje, lo siento pero es que me veo en las situaciones en las que he estado mala y nadie se ha preocupado por mí que me repatea las cuatro lagrimitas.
A las siete de la tarde se ha ido al médico.
Nos enteramos de que a lo mejor pudiera estar incubando algún virus de esos que existen ahora y llego la pregunta.-¿Qué hago mañana?. Tengo fiebre-.
Y la respuesta de mi padre.- Haz lo que tu veas. No vengas-. Contesta tan pancho.
"A ver queridos, si nadie se queda aquí yo no puedo ir a trabajar y si no puedo ir a trabajar lo más seguro es que me echen. Está bien de que yo me queje sobre mi trabajo por que tengo derecho a quejarme de lo que me venga en gana, pero es que en mis circunstancias tampoco puedo exigir más. Gracias a ellos, a Dios por vendecirme con la mierda de suerte que tengo o a quien se las merezca".
Haciendo mi última tarea del día millones de ideas me asaltan repetidas veces." No soy nadie extraordinario pero intento hacer las cosas lo mejor posible para no defraudar a nadie y por supuesto a mi misma. Trabajo por puro gusto. Si señores... Trabajo por el simple echo de ocupar mi tiempo en algo que me gustaria tratar como algo habitual, como cualquier persona y sobre todo para salir de mi pequeña "carcel de cristal" y a la vez me ocupó de una casa y de una madre enferma de esclerosis múltiple.
He obtenido ayuda de mi padre. No lo niego. Él se ha portado como la madre que muchas veces me ha faltado y como el padre que es.
Mi hermana que a pesar de casarse está "encima" con sus llamadas y tal pero no es lo mismo. No es lo mismo hacer una llamada que tirarse aquí 24 horas del día sabiendo lo que es ser la sombra de una persona. Estar pendiente del reloj. Ver tu "carcel de cristal" y ver como el mundo gira ante tí y como los años pasan sin que tu vida cambie ni un apice.
No me siento abatida, ni desanimada...ni muchos menos a veces siento que no siento nada. Solo controlo mi respiración y dejo que fluya a mi alrededor el mundo a su ritmo, con el sueño de que tal vez un día me lancé a ese mundo fluyendo como una más.
Sé que todos nos encontramos atrapados en esa pequeña "celda de cristal" que antes he mencionado y que a cada cual su problema es el más grande pero también tenemos que ver lo que hay dentro de nuestra pequeña celda y apreciarlo pues eso es lo que nos ha hecho madurar y ver las cosas con distintas perspectivas.
Y bueno no me enrollo más que es de noche y la verdad...ya estoy bastante crispada pensando en lo que me dirá mi jefe mañana, cuando lo llamé para avisarle que no iré a trabajar.